El hotel cuenta con un cómodo ascensor que facilita el acceso a las habitaciones. La cama fue muy agradable y la habitación ofrecía suficiente espacio, lo que hizo la estancia placentera. Además, el desayuno servido en la parte más alta del hotel tenía varias opciones deliciosas y permitía disfrutar de una vista maravillosa de la ciudad.

El entorno en el que se encuentra el hotel puede resultar menos atractivo al principio.

Desayuno muy completo y variado.

cercanía a atracciones y comida deliciosa en florencia

Durante mi estancia, aprecié lo fácil que era caminar hasta el Mercato Centrale, que está a solo 5 minutos, donde disfruté de la comida típica, y la habitación era muy cómoda y tranquila, lo que hizo mis noches de descanso ideales.

Aprovecha la disponibilidad de bebidas y snacks gratuitos en las áreas comunes para relajarte después de un día de exploración.

Ubicación prime cerca de la estación, ascensor antiguo encantador, habitaciones cómodas con techos altos

La presión del agua en la ducha fluctuaba mucho, ¡parecía un juego!!! Además, el ambiente del acceso al hotel no es muy atractivo e incluso puede asustar a los recién llegados.

Un lujo en el centro

La ubicación es brutal, a un paso de todo. Las habitaciones eran súper cómodas y amplias. Me encantó el sillón de masajes, una delicia después de caminar todo el día. El desayuno fue rico, pero a veces se agotaban algunos items. El ascensor algo viejo puede ser un poco incómodo en hora pico.

100% recomendable for una corta temporada

Habitación amplia, desayuno delicioso, la atención al cliente es excelente, ya que disfrutamos del wi-fi gratuito mientras planeábamos nuestras visitas al centro de la ciudad, y su ubicación nos permitió acceder fácilmente caminando desde la estación de tren.

Nada que me haya disgustado

El lugar tiene una buena ubicación, lo que permite acceder fácilmente a varios puntos de interés. La cafetería donde se sirve el desayuno está en la parte más alta, permitiendo disfrutar de una vista de la ciudad mientras comes. Me gustó que la habitación era confortable y el desayuno incluía varias opciones. Sin embargo, el ascensor compartido con otros hoteles puede ser un poco incómodo.

Limpieza impecable, pero subir escaleras para el desayuno es incómodo.

Pasamos un tiempo increíble con amigos. La ubicación es perfecta, cerca de todo. Visitamos el Circolo Golf Ugolino y la Cantina Antinori, ¡los recomendamos! El personal fue muy amable y nos ayudaron con todo. Las bebidas y snacks gratuitos fueron un gran plus para relajarnos después de un día de turismo.

La presión del agua en la ducha era un poco irregular, a veces fluctuaba mucho. No fue algo muy grave, pero sí algo a tener en cuenta.

el personal fue increíble y atento, y el desayuno en la terraza ofrecía unas vistas impresionantes. la ubicación es muy conveniente, justo al lado de la estación de tren.

algunas habitaciones un poco pequeñas. 😊

La ubicación es excelente, a solo 5 minutos de la estación central y al lado del centro de la ciudad. La habitación era amplia y muy iluminada, lo cual fue un gran punto a favor. Aunque el desayuno era bueno, la variedad podría mejorar. Además, el café gratuito a cualquier hora es un detalle agradable, aunque el ascensor, aunque llamativo, podía ser un poco lento.

La ubicación del hotel Fiorita es fantástica, a solo unos minutos de la estación Santa María Novella. Las habitaciones son cómodas, aunque el aislamiento deja mucho que desear, ya que se siente un poco de frío y ruido por las ventanas antiguas. El desayuno es excelente, con una variedad de opciones. sin embargo, noté que algunos artículos no estaban disponibles en su totalidad. El personal fue amable, aunque en ocasiones un poco desatento. La experiencia en el ascensor alquila un toque nostálgico, pero puede ser incómoda por lo estrecho y la espera en horas pico. En general, pasé un buen tiempo, pero hay detalles que necesitan atención, como la presión del agua en la ducha, que variaba mucho.

Me alojé en este lugar y disfruté de una cama cómoda y una limpieza impecable. La vista desde la cafetería durante el desayuno era inolvidable, aunque el ascensor tenía su encanto peculiar. Un par de detalles menores no opacan la experiencia. ¡Volvería por la comida buena cerca!

El desayuno, aunque básico, tiene lo justo para comenzar bien el día, aunque la opción de pan y bollería congelada es una curiosidad. Posee ciertas habitaciones limpias y un ambiente general que, si bien es sencillo, puede servir para una estancia corta.

Llamarlo Hotel es exagerado. parece más una pensión. Las habitaciones son grandes, pero carecen de armario y hay un insecticida electrónico que resulta un buen aliado. Subir dos tramos de escaleras empinadas para el desayuno no es lo más cómodo. A las 9, el desayuno estaba bastante agotado y lo único disponible era pan duro. Además, olía un poco raro. El ascensor es compartido, y con el movimiento de otros huéspedes, a veces toca subir a pie.